La meditación y sus beneficios.
Meditar en el contexto occidental se asocia con «reflexionar» o «considerar algún asunto».
En el contexto oriental (yoga, budismo, zen...), la meditación es una práctica de recogimiento interior, que utiliza la mente como medio para obtener un estado elevado de conciencia. La imagen arquetípica del meditador, es la de un hombre sentado con las piernas cruzadas en «la postura del loto», con aire de serenidad.
La meditación es un proceso que conlleva varias etapas:
Relajación.
Interiorización de los sentidos.
Concentración de la mente.
Estado elevado de conciencia.
Llegar a obtener un estado elevado de conciencia puede costar mucho tiempo a determinadas personas, pero meditar es todo ese proceso que comienza desde que nos sentamos en la silla con la intención de meditar, hasta que logramos ese estado elevado de conciencia.
No hay que confundir, no obstante, el hecho de meditar con el de lograr un estado de conciencia meditativo.
Pero aunque no consigamos «meditar» (lograr ese estado elevado de conciencia), el proceso de la meditación es muy beneficioso en sí mismo, ya que va a ayudarnos a reducir el estrés de forma considerable, va a fortalecer nuestra voluntad y a entrenar nuestra mente haciendo que aumente nuestra capacidad de concentración y algunos de estos beneficios:
Reducción del estrés.
Equilibrio del sistema nerviosos y hormonal.
Regulación de la presión arterial.
Mejora del rendimiento cerebral.
Aumento de la inteligencia y de la empatía.
Ayuda para superar adicciones.
Desarrollo de la voluntad y el autodominio.
Conocimiento de uno mismo.
Estas dos cualidades últimas aumentarán en nosotros con la práctica regular de la meditación.
Los médicos cada vez recomiendan más la práctica de la meditación, y cada vez la meditación forma parte de la rutina diaria de casi todo el mundo. Y es una auténtica maravilla.
🌸 NAMASTÉ
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